El purgatorio está lejos de las fronteras europeas

HAMDALLAYE, Níger. (Proceso).- Para Ahmed Cauf Roble el rescate de los guardacostas libios fue su mayor derrota. “Estábamos en el mar, casi a salvo, lejos de Libia y en dirección de Europa. Entonces llegó la Guardia Costera libia y nos capturó. Saltaron dentro, nos pegaron y nos llevaron de nuevo a Libia. Nadie pudo hacer nada”, cuenta este joven estudiante etiope de 21 años.

Unos días antes Ahmed estaba en uno de los centros ilegales de detención libios, en Bani Walid, en el distrito de Misrata. “Nos pegaban todos los días para que les pagáramos los 14 mil dólares que querían a cambio de nuestra libertad, la de mi mujer y la mía”, relata y se ahorra detalles de cómo fueron esas interminables horas de torturas. “Como no teníamos esa cantidad, nuestras familias tuvieron que esperar a poder juntar el dinero también de la gente de nuestra comunidad”, cuenta.



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