CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Duró muy poco la sensación de alivio producida por la declaración conjunta México-Estados Unidos que alejó, temporalmente, la amenaza de imposición progresiva de aranceles a las exportaciones mexicanas. Dos días después de la celebración en Tijuana, rompieron todo viso de tranquilidad los tuits de Trump que revelaban entendimientos secretos con México en materia de asilo, el plazo perentorio de 45 días para decidir –de manera totalmente unilateral– si se cumple el objetivo de reducir la cifra de migrantes que llegan por la frontera sur de Estados Unidos y la amenaza reiterada de aplicar aranceles.
Incertidumbre, polarización, desconfianza y temor siguen siendo la nota dominante de la vida política nacional.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí