ROMA. — Una hora de retraso, 30 automóviles blindados y algunos temas delicados sobre la mesa, entre ellos los complejos conflictos de Venezuela, Siria y Ucrania. Con este preámbulo, llegó este jueves a Roma el presidente ruso, Vladimir Putin, para reunirse a puerta cerrada con el jefe máximo de la Iglesia católica, el papa Francisco.
El encuentro privado entre el mandatario ruso y el pontífice duró unos 55 minutos y fue el tercero, tras los anteriores de 2013 y 2015.
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