CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Lo que al principio se pensó era un simple crimen pasional a manos de una mujer, víctima de infidelidad, en un par de horas dejó ver una ejecución bien planeada y presuntamente relacionada con las mafias criminales israelíes que operan en la capital mexicana.
El restaurante Hunan de plaza Artz, en el sur de la Ciudad de México, fue el lugar donde la tarde de ayer terminó la vida delictiva de Benjamin Yeshurun Sutahi, relacionado con narcotraficantes y casineros mexicanos, además de ser “uno de los principales criminales” de Israel y “rival de una organización musulmana”, de acuerdo con la prensa de ese país.
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