BUZÓN DE APÓCRIFOS
Ciudad de México (Apro).- Mi estimado lector: no sé si usted, pero servidor, autor de la presente, en su larga vida sobre la Tierra, el mejor de los tiempos es aquel en que flota el optimismo en el aire por lo que lo respiran, sino todos, una parte de los humanos, os cuales lo transmiten a los que les rodean, como ocurrió en el siglo XVIII, en el que se inició la cristalización de un cambio radical en la manera de ver, interpretar y explicarse el mundo en el pensar de los integrantes de la Cultura Occidental, con base en una fe fervorosa en la razón como instrumento privilegiado para el conocimiento de la realidad en que vivían, los llevó a una ruptura con el pasado, actitud que fue ayudada, asistida por el inicio de la llamada “revolución industrial”, o sea del uso creciente de las máquinas, regido por la ciencia y la tecnología, que inaugura, insisto, una nueva era, brillante, ambiciosa, codiciosa etapa en la historia.
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