CIUDAD DE MEXICO (apro).- En plena pugna por el poder, Víctor Manuel Garcés Rojo, quien se ostenta como vicepresidente del Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul, A. C. –sin serlo en realidad – y su cuñado y vicepresidente Alfredo Álvarez aprovecharon la ausencia del presidente Guillermo Billy Álvarez para tomar el control administrativo del equipo, lo cual facilitó la llegada del entrenador uruguayo Robert Dante Siboldi en reemplazo del destituido portugués Pedro Caixinha.
La rebelión de la familia Garcés-Álvarez contra el propio cuñado y hermano les permitió sentar en el banquillo al entrenador uruguayo durante la presentación que tuvo lugar este viernes en las instalaciones del club, en La Noria, con la presencia de Víctor Garcés y Alfredo Álvarez.
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