VERACRUZ, Ver. (Proceso).- La imagen es nítida: una treintena de policías estatales, ayudados por elementos de seguridad privada, sofocan a una afición enardecida que golpea y lanza piedras y vasos de cerveza hacia el palco del dueño de los Tiburones Rojos de Veracruz, el exdiputado federal Fidel Kuri Grajales.
En esa ocasión le reprocharon la derrota ante San Luis. Ese día, el 23 de agosto último, los escualos alcanzaron el lastimoso récord mundial del Derby County de Inglaterra: 32 partidos sin victoria. Kuri, su directiva y los invitados especiales del palco tuvieron que salir del estadio bajo custodia porque la afición seguía enardecida.
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