GUANAJUATO, Gto. (apro).- Primero sufrió el acoso sexual de quien fue su jefe inmediato. Después, el hostigamiento laboral por parte de los superiores a quienes acudió a denunciar la situación que vivía. A eso le siguieron el silencio del sindicato ante un despido injustificado y cuatro sentencias a su favor para ser reinstalada que no han sido acatadas. Y 20 años después, Norma Campos Vázquez sigue esperando que la empresa Teléfonos de México aplique la justicia que le ha negado.
La mujer, quien se desempeñaba como asistente en el departamento de Centrales en las oficinas de Telmex en Irapuato desde 1985, denunció el acoso de quien en el año 2000 llegó como su superior, un hombre llamado Luis Alberto Cañas, y dos años después, en julio de 2002, fue despedida de manera injustificada, luego de que solicitó una licencia sin goce de sueldo para atender a uno de sus hijos enfermo.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí