Detrás de todo, la mano del “Mayo” Zambada

WASHINGTON (proceso).- En esta ciudad funcionarios y exfuncionarios estadunidenses no tienen empacho en considerar la captura y liberación de Ovidio Guzmán López –hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán– como una claudicación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante el Cártel de Sinaloa.

“El presidente de México acaba de hacer un pacto con el Diablo, él esencialmente le dice al Cártel de Sinaloa: ‘Ustedes son los que mandan’”, comenta a Proceso Jack Riley, exjefe de operaciones de inteligencia de la DEA, que dedicó gran parte de su carrera a perseguir al capo sinaloense.



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