GINEBRA (apro).– Por primera vez tras ocho años de guerra civil, en un encuentro catalogado como “histórico”, el régimen de Siria y la oposición se reunieron cara a cara para redactar una nueva Constitución en un proceso facilitado por el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen.
Entre nerviosismo, cierto escepticismo y fuertes medidas de seguridad, Pedersen logró reunir en la emblemática Sala de Desarme del Palacio de Naciones Unidas en Ginebra a los copresidentes del Comité Constitucional Ahmad Kuzbari, por parte del gobierno, y a Hadi al-Bahra, de la oposición, así como a 50 representantes leales al presidente Bashar al-Assad, 50 miembros de la oposición y 50 activistas, intelectuales y sociedad civil.
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