CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Escribo este texto al saber de hechos cuyos contrastes o paralelismos producen paradojas que sacuden y aleccionan. Es necesario relacionar acontecimientos de otras naciones con los nuestros para trascender la visión aldeana y ensimismada que predomina y ubicar lo nuestro en un horizonte dilatado. Aquí van algunos de ellos: campos de concentración, persecución y adoctrinamiento de minorías étnicas y religiosas en la comunista China. Censura, acoso e intimidación extraterritoriales por parte de esa misma China. Insurgencia democrática en Hong Kong.
Aquí los otros hechos: lamentos del comunismo mexicano de salón, a los pies del trumpismo, por la resistencia boliviana contra una larga opresión antidemocrática. Tapachula convertida en campo de internamiento de refugiados centroamericanos pobres, de prostitución forzada de refugiadas en la miseria y de semiesclavitud de jornaleros migrantes en plantaciones que remedan las de la Cabaña del Tío Tom.
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