CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Jessica tenía año y medio sin ver a su hija Marina. Por eso, al reencontrarse con ella, lo primero que hizo fue cargarla y abrazarla. Apenas pudo sonreír después de los meses de zozobra.
La menor fue separada de su madre cuando tenía sólo ocho días de nacida en Tapachula, Chiapas, y registrada con otro nombre y otros apellidos por doña Ana, una presunta tratante de personas del municipio de Huixtla, quien hoy se encuentra presa por ese ilícito.
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