OAXACA, Oax. (apro).- Es un lugar celestial como hay miles en la costa del Pacífico mexicano. Aquí, las playas del estado de Oaxaca no tienen nada que ver con las más visitadas de Cancún, en Yucatán, donde los estadunidenses enrojecidos por el sol abandonan sus botellas vacías de Corona o de Budweiser flotando en las cálidas y tranquilas aguas del mar Caribe.
El Pacífico es para los más aventureros; los surfistas tienen sus olas en Puerto Escondido, los nudistas la arena fina de Zipolite y los hippies la atmósfera relajante de Mazunte. En este pueblo, donde se cruzan rastas occidentales y comunidades zapotecas, se creó en 1994 el Centro Mexicano de la Tortuga (CMT). Pero el ritmo de las olas navideñas ha conllevado a tristes regalos en estas extensiones de arena, donde el cielo, la tierra y el mar se encuentran.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí