CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 24 de diciembre de 2018, el helicóptero en el que viajaba la entonces flamante gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, no debió volar porque dos tornillos sueltos, impedían su adecuado viraje. La conclusión final: no hubo sabotaje, factor externo ni proyectil o explosivo que provocara el desplome.
El dictamen, en el que participaron agencias internacionales de aeronáutica, así como los fabricantes del helicóptero, alcanzaron un consenso respecto a que tampoco había falla en los componentes esenciales pero sí el reporte previo de falla en los actuadores lineales de alabeo del sistema de estabilidad número 2, que provocaron su desplazamiento, la inversión de la aeronave y el impacto en esa posición sobre el terreno, informó hoy el secretario de Comunicación y Transportes, Javier Jimenez Espriú.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí