CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En total invisibilidad, personas con discapacidades diversas sufren un infierno en su casa, donde son víctimas de violencia física, sexual y psicológica, así como de negligencias, descuidos e insultos.
Y la situación se agrava porque a menudo sus verdugos son las personas de las que dependen para vivir: padres, familiares políticos, padrastros, madrastras, tíos e incluso sus propias parejas, según una investigación de Human Rights Watch (HRW).
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