CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- “Jorge” llevaba ocho meses de operar su pequeño restaurante en la alcaldía Cuauhtémoc, en el que invirtió sus ahorros. Apenas comenzaba a tomar buen rumbo cuando la pandemia de covid-19 lo obligó a cerrar a finales de marzo. No pensó que la cortina estaría más de 30 días abajo. Tres meses después vive con la incertidumbre: si el rojo del semáforo epidemiológico se prolonga más allá del lunes 15 y el gobierno capitalino pone tantas restricciones sanitarias, quizá ya no pueda reabrir.
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