OAXACA, Oax. (apro).- “¡Ya valió madre!”, le dijo Jacciel a su hermano Diego cuando la policía municipal de San Pablo Huitzo los entregó a un grupo de 12 personas, quienes los golpearon hasta que los creyeron muertos y los arrojaron a un barranco.
Jacciel L. P., sobrevivió. Su hermano Diego L.P., no tuvo la misma suerte y murió.
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