CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El uso desmedido e irregular de gas lacrimógeno que los cuerpos policiacos utilizan para disolver protestas y manifestaciones en casi todo el mundo está desatando innumerables casos de violación a los derechos humanos, acusó Amnistía Internacional (AI).
“Nos hacen creer que el gas lacrimógeno es un medio seguro para dispersar multitudes violentas, que evita tener que recurrir a armas más nocivas, pero demostramos que las fuerzas policiales están haciendo un uso indebido de él, y en escala generalizada”, denunció Sam Dubberley, director del Programa de Respuesta a las Crisis de AI.
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