PARÍS.- El 28 de febrero a las ocho de la noche Benedicto XVI dejó de ser Sumo Pontífice pero no volvió a llamarse Joseph Ratzinger. Como él mismo lo determinó, se convirtió en Papa emérito o pontífice romano emérito y sigue siendo Su Santidad Benedicto XVI.
Aunque viste la misma sotana blanca inmaculada, debe renunciar a la muceta y los zapatos rojos, prerrogativa exclusiva de los Papas. De ahora en adelante calzará los mocasines marrón que le regalaron los artesanos de León, Guanajuato, anunció solemne Federico Lombardi, principal vocero del Vaticano.
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