CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dulce María Sauri Riancho no perdía de vista el tablero electrónico ubicado a su derecha desde la curul de vicepresidenta de la Cámara de Diputados.
Cuando la votación parecía irreversible a su favor, abandonó el salón de plenos para regresar un par de minutos después con el triunfo en la bolsa.
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