WASHINGTON (apro). – Donald Trump lleva un par de días agradeciéndole al presidente Andrés Manuel López Obrador el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera norte mexicana para interceptar a las personas que intenten llegar como indocumentados a Estados Unidos.
Impaciente por las repercusiones que puedan tener para sus aspiraciones de reelección el incumplimiento de la promesa de campaña que hizo hace cuatro años a su electorado, obligar a México a pagar la construcción del muro fronterizo, Trump recurre a la retórica y miente para calmarlos.
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