Confrontación

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La fuerte lucha política en Estados Unidos es la continuación de la que vimos hace cuatro años. Nunca ha sido un simple choque entre un alocado empresario y los viejos políticos, ni entre una persona intolerante y un proclamado sistema democrático. Tampoco se han estado enfrentando las formas bruscas o burdas de un presidente con una buena educación política de sus opositores.

La confrontación en Estados Unidos es social. La burguesía liberal tradicionalmente dominante, capaz de asimilar a parte de los afroamericanos e hispanos, siempre ha tenido como rivales a los más nacionalistas, racistas y xenófobos. Hasta hace relativamente poco esa burguesía podía militar en uno u otro partido. Ahora, a partir de la llegada a la presidencia de Barack Obama y de la crisis del balance de la economía estadunidense, la vieja preeminencia mundial ha resurgido bajo el lema de hacer grandiosos otra vez a los Estados Unidos de América.



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