CONTRAPLANO “El Hombre que vendió su piel”: arte extremo

MONTERREY (apro).- El encanto de El Hombre que Vendió su Piel (The man who sold his skin, 2020) se encuentra, totalmente, en su anécdota insólita.

Los artistas conceptuales se toman algunas libertades descabelladas para expresarse, aunque algunas veces alcanzan extravíos venusinos para consumar sus obras. Aunque la propuesta parezca insustancial, existe una masa consumidora formada por tontos coleccionistas que pagan millonadas, por sentirse propietarios de tesoros que, algún día entenderán, están hechos de humo.



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