XALAPA, Ver. (apro).- Gerardo Ramírez Páez se encontraba en el interior de su restaurante-bar “La Covacha” en Orizaba, Veracruz, el lunes 31 de mayo, para hacer la limpieza semanal, el día que cierra su negocio por mantenimiento. Alrededor de las 4 de la tarde, un grupo de sicarios con armas largas arribó al lugar, ordenó a Ramírez Páez que les abriera y, una vez adentro, lo amarraron de pies y manos y lo dejaron en la parte trasera de la barra del restaurante.
Minutos después, Gerardo Ramírez oyó que ingresaba más gente armada. “Hubo una discusión entre ellos y escaló a gritos, a lo que siguieron fuertes detonaciones, lo que le hizo perder el conocimiento a mi hermano por la impresión y quedó desmayado en el lugar”, narró Agustín Ramírez, hermano del empresario.
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