Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 25 de mayo (proceso).- El conflicto entre el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y el excoordinador de la fracción parlamentaria de ese partido en el Senado, Ernesto Cordero, es reflejo de un problema más profundo en el blanquiazul y tiene que ver con las intenciones del exmandatario Felipe Calderón de extender su control partidista más allá de su presidencia, lo que intenta a partir de los allegados que logró colocar en el Congreso gracias a las listas de su partido.
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