CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de más de un año de alejarse por la pandemia de covid-19, comunidades en resistencia se reunieron hoy en la sede del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) –tomada por integrantes de la comunidad otomí de la Ciudad de México– para denunciar los megaproyectos, la militarización y el despojo de sus territorios y del agua.
“Seguimos sufriendo los barrios y pueblos de este país el despojo, la represión, el incremento de la militarización, el asedio del crimen organizado en nuestro país y de la Guardia Nacional, el constante asedio y el sometimiento a nuestros pueblos que resisten y luchan por defender la vida”, plantearon en un pronunciamiento que cerró el evento convocado por el Congreso Nacional Indígena-Consejo Indígena de Gobierno (CNI-CIG), una organización cercana al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
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