Por Ana Lorena Delgadillo Pérez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los gobiernos autoritarios tienen la tentación de controlar todos los poderes: el legislativo, de donde saldrán las normas que les permitirán actuar conforme a su visión, y el judicial, donde se procurará la interpretación de esas normas a su favor. En el ámbito federal, especialmente respecto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hemos visto la tendencia de que el Poder Ejecutivo coloque a sus candidatos. Es muy difícil, si no imposible, pensar que logre llegar a dicha posición quien no es abanderado/a por el Presidente. Esta es la historia de las designaciones de altos cargos en el Poder Judicial Federal. La misma realidad se vive en el ámbito local.
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