CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Don Felipe, de 108 años, fue adoptado por una familia de Torreón, Coahuila, después de vivir por mucho tiempo en las calles y dormir bajo un árbol; su familia adoptiva también se convirtió en activista y defensora de los derechos de los adultos mayores en ese municipio.
La historia inició la noche del pasado martes 8, cuando Benita Dearz publicó en Facebook que vio a don Felipe caminando y, como hacía mucho calor, le ofreció un “aventón”. Cuando le preguntó dónde lo dejaba, él le respondió: “en una plaza, debajo de una palma muy grande”.
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