SANTA MARÍA ZACATEPEC, Pue. (apro).- “Aquí se ve la’gua”, dice un hombre mientras señala el interior de un pozo de tabiques a pocos metros de la falla geológica que se tragó la vivienda de la familia Sánchez Xalamihua, la madrugada del viernes 4 en esta comunidad localizada a pocos kilómetros de la ciudad de Cholula, Puebla.
Dos semanas después se ha convertido en un acantilado lleno de lodo y agua furiosa que poco a poco desprende la tierra y la desmorona como si una uña quitara la mugre. Comenzó como un pequeño hueco que creció 60 metros de diámetro y hasta ayer ha crecido más del doble, según estimaciones oficiales.
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