GUADALAJARA, Jal. (apro).- Pepito estaría vivo si en la Fiscalía del Estado “me haigan (sic) hecho caso”, reclama Martha Sigala, abuela del menor de tres años que el pasado martes 12 perdió la vida por los golpes que recibió de su padrastro, y al parecer también de su madre.
El fiscal del estado, Gerardo Solís, aseguró que se encontraron suficientes elementos para imputar a la pareja, y dijo que la autopsia reveló que Pepito murió por una “contusión difusa de cráneo y presentaba el síndrome del niño maltratado”.
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