CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El pasado miércoles 19, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitió un fallo histórico con el que asestó un duro golpe a la jerarquía católica mexicana: determinó que dos influyentes cardenales –Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara– violaron el principio constitucional de separación Iglesia-Estado, al hacer proselitismo político contra Morena durante las elecciones del año pasado.
Esta condena del máximo tribunal electoral, que también pone en la picota a los sacerdotes Mario Ángel Flores y Ángel Espinosa de los Monteros, de inmediato levantó una fuerte protesta de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que salió a defender a sus cuatro ministros porque, dice, se está coartando su “libertad de expresión”.
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