CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace pocos días, “Alberto” y “Laura” se enteraron de que “tienen” seis semanas de embarazo. Ella tiene 23 años y él, 22. Ambos están a mitad de su licenciatura de medicina y, tras analizarlo, decidieron que ahora no están preparados económica ni personalmente para tener un hijo.
En el patio de la Clínica de Salud T-III “Beatriz Velasco de Alemán” de la Secretaría de Salud (Sedesa) del gobierno capitalino, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, el joven espera a su novia a que salga después de la valoración médica que le hicieron y las indicaciones que le dieron para tomar el medicamento que hará la interrupción legal de su embarazo (ILE).
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