Las carpas blancas del campamento se levantan sobre un campo verde en el deportivo Olini, en la colonia Chinampac de Juárez, alcaldía de Iztapalapa. Ahí cientos de ucranianos –hombres, mujeres y niños– esperan que el gobierno de Joe Biden les dé luz verde a sus solicitudes de asilo. Huyeron para salvar sus vidas, dejaron atrás a familiares que quedaron atrapados por la guerra y a un país asediado y devastado al que, sin embargo, desean volver.
Ciudad de México (Proceso).– Después de las primeras explosiones en la ciudad de Ivano-Frankivsk, Oksana hizo maletas para ella y sus dos hijas, de tres y 10 años, y dejó su casa sin mirar atrás. La guerra había estallado. Tropas rusas cruzaron la frontera e invadieron su país, Ucrania.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí