Para José Miguel Vivanco, exdirector de Human Rights Watch-Américas, el balance de este gobierno en derechos humanos es “muy pobre y profundamente decepcionante”. La situación, dice a Proceso, “ha empeorado” con respecto a sexenios anteriores, y afirma que la política de “abrazos, no balazos” viola el derecho fundamental de los ciudadanos a la seguridad.
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