Antes de estallar la guerra, Ucrania ya era un centro internacional de tráfico de armas, pero tras la invasión de Rusia los expertos prendieron las alarmas: miles de toneladas de armamento que Estados Unidos y la Unión Europea están entregando a las milicias y al ejército ucraniano corren el riesgo de terminar en manos de mafias internacionales y organizaciones terroristas. No se trata sólo de rifles y municiones, sino de material bélico sofisticado, como los misiles antiaéreos Stinger: portátiles, fáciles de manejar y capaces de derribar un avión comercial…el “sueño” de muchos terroristas.
París.- La primera en lanzar públicamente la alarma fue Catherine de Bolle, directora ejecutiva de Europol.
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