CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En apenas 36 días, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) validó la Manifestación de Impacto Ambiental en Modalidad Regional (MIA-R) del Tramo 5 Sur del Tren Maya, con la que el gobierno federal busca reiniciar cuanto antes las obras del megaproyecto, detenidas por varias suspensiones dictadas por jueces en semanas recientes, precisamente por la falta de permisos ambientales.
La MIA-R presentada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) el pasado 18 de mayo, reconocía que el megaproyecto implicará la deforestación de 485 hectáreas de “cobertura vegetal” y afectará el suelo kárstico, pero concluía que los efectos negativos no agravarán tanto la devastación ambiental ya muy avanzada en la región provocada por “la expansión turística e inmobiliaria” de la última década.
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