MEXICO, DF, 19 de agosto (apro).- Durante la preaudiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos que aborda la responsabilidad del gobierno mexicano en la masacre de los 72 migrantes, la brasileña Gloria Aires señaló que “al igual que ocurrió con otras familias– en lugar de recibir los restos de su familiar, asesinado hace tres años en San Fernando, Tamaulipas, México envió un ataúd sellado que contenía una bolsa llena de barro. Encima, la Cancillería quería cobrarle 180 mil pesos por el trámite.
Posteriormente tuvo que pelear con las autoridades mexicanas porque habían trasladado el cadáver de su sobrino Juliard Aires Fernandez a Honduras, donde había sido enterrado. El cuerpo fue devuelto a México donde fue enviado a la fosa común.
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