CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no hay distanciamiento con las iglesias y lleva muy buena relación con este sector, pero que observa que hay mano negra de la oposición para confrontar a su gobierno con los religiosos.
“Los adversarios nuestros como no hay podido imponerse ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las iglesias, no, hablando de lo mismo: amor y paz, nos identificamos muy bien con el Papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores y ministros de otras iglesias; pero, ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias, no, que nadie se confunda”, aseguró durante la conferencia matutina.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí