Pese al cabildeo, presiones y “chantajes” por parte de los secretarios de Gobernación y Defensa, así como de varios gobernadores –prácticas todas de la vieja cultura priista–, Morena no logró en el Senado los votos suficientes para aprobar la reforma constitucional que ampliaría hasta 2028 la participación del Ejército en tareas de seguridad pública. El fracaso de esta operación política –un revés para López Obrador– abrió nuevos escenarios en los que están en juego la eventual fractura de la alianza opositora, el posicionamiento de Adán Augusto y Ricardo Monreal en el rejuego interno de Morena y el futuro mismo del PRI.
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