CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El perro de raza Pitbull que casi le arrancó el brazo a un presunto ladrón no será sacrificado, luego de que las autoridades chiapanecas consideraron que no existen argumentos para hacerlo.
El perro Max actuó para defender la casa de sus dueños y los familiares del presunto delincuente, identificado como José Arbey “N”, exigieron sacrificar al animal. Los dueños lo resguardaron en su domicilio.
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