Ante el trato diferenciado que López Obrador dispensa a su “corcholatas” y el desdén que sufre desde Palacio Nacional, el senador Ricardo Monreal confiesa: “Me siento como el Pípila, traigo una lápida en la espalda y cada vez me cuesta más aguantar los ataques”. En entrevista con Proceso refiere que el distanciamiento del mandatario es producto de “una intriga palaciega” orquestada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y su “círculo cercano”; y adelanta que, tras una etapa de reflexión, tomará en las próximas semanas una definición sobre su futuro político de cara a las elecciones presidenciales del 2024.
Ciudad de México (Proceso).– Patente es el disgusto del senador Ricardo Monreal por el trato diferenciado del presidente Andrés Manuel López Obrador con sus “corcholatas” preferidas, sobre todo con Claudia Sheinbaum, a quien dice respetar; pero eso no le impide criticarla por el derroche de dinero de su campaña adelantada con espectaculares, viajes por todo el país, el apoyo de gobernadoras y gobernadores a los que llama “matraqueros” y la contratación de un ejército de bots que lo atacan todo el tiempo.
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