CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Desde que, a finales de febrero, fue arrestada en el aeropuerto de Moscú por posesión de botes de aceite de cannabis para vapear, nadie sabe dónde ni cómo está la basquetbolista estadunidense Brittney Griner, quien fue sentenciada a nueve años en la colonia penal femenina IK-2 en Mordovia, Rusia en agosto.
“Son ciertamente terribles, incluso para los prisioneros rusos. Se sabe que allí hay regímenes muy duros y graves violaciones a los derechos humanos. La colonia penal IK-2 es el lugar que cualquier preso quiere evitar”, comentó a The Guardian, la socióloga de la Universidad de Helsinki, Olga Zeveleva.
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