CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El expresidente de Perú, Pedro Castillo, quien fue destituido y encarcelado ayer después de anunciar la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción, pidió formalmente el asilo al gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, que a su vez inició “consultas ante las autoridades peruanas” para determinar si ello es posible.
En aparente contradicción con el discurso según el cual la política exterior de López Obrador se rige por los principios de no intervención, el canciller Marcelo Ebrard Casaubón informó esta tarde que Pablo Monroy, el embajador de México en Perú, visitó a Castillo en la cárcel hoy y que el expresidente ratificó la solicitud de asilo que su abogado mandó por la madrugada al recinto diplomático.
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