CIUDAD DE MÉXICO (apro).– De vivir, el enorme artista malagueño Pablo Picasso (1881-1973) habría sufrido un dolor insoportable al enterarse de la desaparición, a los 87 años, de su hija Maya Ruiz-Picasso, quien le motivó una gran inspiración y energía creativa.
El Museo Picasso de París, Francia, dio a conocer la noticia de su fallecimiento el pasado 20 de diciembre, a través de un comunicado de prensa, en el cual brinda sus condolencias a los familiares de Ruiz-Picasso, especialmente a sus tres hijos: Olivier, Richard y la investigadora y curadora Diana Widmaier.
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