CIUDAD DE MÉXICO (apro).– A siete meses del asesinato de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos en Cerocahui, Chihuahua, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de 11 integrantes de la comunidad jesuita de la Sierra Tarahumara “tras considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”.
El organismo regional informó que el 22 de enero emitió la Resolución 2/2023, luego de que los solicitantes reportaran que “han sufrido amenazas y agresiones por parte de grupos del crimen organizado, lo que les impide desarrollar normalmente las actividades pastorales y de apoyo a las comunidades de la zona”.
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