CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Corría el mes de la Guerra de las Malvinas cuando subí con mi pareja alfarera al segundo piso del restorán Green Cottage de soberbia comida cantonesa, no demasiado lejos del barrio londinense de Muswell Hill cuando, de pronto, ella me dijo:
–Voltea, allá está tu amigo comiendo con una chinita…
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