CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Selección Brasileña de futbol cayó ayer 4-2 en la tanda de penaltis ante Uruguay en los cuartos de final de la Copa América y, previo a los tiros de penalti, llamó la atención que los futbolistas brasileños ignoraron a su director técnico, Dorival Júnior, quien intentó dar instrucciones a los cobradores.
El estadio Allegiant, en Nevada, fue el escenario que recibió el choque de dos gigantes sudamericanos. Sin embargo, a lo largo de los 90 minutos no lograron hacerse daño y el marcador terminó 0-0, por lo que la definición desde los once pasos resultó inevitable.
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