BOGOTÁ (apro).- Luego de las cuestionadas elecciones del pasado domingo en Venezuela, en las cuales el oficialista Consejo Nacional Electoral (CNE) dio como ganador al presidente Nicolás Maduro con cifras que no puede respaldar en las actas de las mesas de votación, el mandatario chavista se encuentra en su peor momento político: rechazado por la mayoría de su ciudadanos en su país y desacreditado frente al mundo.
Desde los gobiernos de la izquierda democrática de América –México, Brasil, Colombia y Chile–, hasta la Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas, le han pedido al gobernante y al CNE transparentar los resultados de los comicios y divulgar las actas de votación, que han retenido durante cuatro días porque les serían adversas.
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