BUENOS AIRES, 10 enero (apro).- Cacerolazos, piquetes, quema de neumáticos, bloqueos de calles, avenidas y autopistas. Así son desde hace tres semanas las protestas por los cortes de luz en Buenos Aires y otras ciudades de Argentina.
En la capital y el conurbano unas 800 mil personas han sufrido cortes. Miles de vecinos permanecen aún sin suministro, en medio de las temperaturas agobiantes, producto del calor que afecta las zonas centro y norte del país desde diciembre. Hay familias que llevan días sin poder cocinar, ni higienizarse ni limpiar sus casas. La atención de las empresas frente a los reclamos es pésima. La incapacidad del poder político para forzar la pronta normalización del servicio ha generado enojo y desesperanza.
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