Computación: Arte de magia

Han pasado ya algunos años de la vieja promesa de crear máquinas inteligentes. Al principio, cuando era un jovencito, animado por las tantas virtudes que traería la Inteligencia Artificial, me lancé de lleno a estudiar el problema y en verdad que aprendí mucho: las redes de transición, los métodos de inferencia con encadenamiento hacia atrás o hacia adelante, la lógica no monotónica, los sistemas expertos… Hice una maestría en Inteligencia Artificial y después un doctorado de 6 años. Es decir, me convertí en un especialista, sin lugar a dudas.

Escribí muchos programas supuestamente inteligentes. Tuve algunos pequeños éxitos y montones de fracaso. Por supuesto, sé que la ciencia está llena de descalabros, y de sólo uno que otro éxito que brilla lo suficiente para opacar todo lo que falló.



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